Nuevo paradigma en la comunicación

Esta mañana he tenido la oportunidad de asistir a un seminario organizado para Antiguos Alumnos de la Escuela Europea de negocios sobre «Comunicación digital y gestión de la reputación online«, impartido por Iñigo Vinós de Digital PR.

Sinceramente ha cubierto con creces mis expectativas, la pena es que no haya podido quedarme hasta el final. Este es un tema muy interesante no sólo para empresas, cualquier persona que utilice y suba información a la «WEB» es susceptible de estar preocupado por este asunto. Simplemente con conocer el concepto de «Huella Digital» te puedes hacer una idea de la importancia del tema. Huella digital es, de manera generalista, como «recuerda» internet tu pasado. Esto es, «googlea» 😉  en cualquier buscador  tu nombre o el de la compañía de la que necesitas conocer su huella digital, y te podrás hacer una idea del concepto. Resumiendo, la reputación de una persona/compañía.

Entre otros componentes, la «memoria de internet» esta conformada por los blogs que, bien las compañías, bien personas individuales escriben y mantienen. A colación de este tipo de «memoria» de internet, ha surgido el debate de que si es lícito usar un blog personal para describir y evidenciar problemas con empresas. Desde mi punto de vista, el debate no existe … me refiero a que es similar a cuestionarse si poner una reclamación a una compañía es lícito. Es obvio que si.

Hay una frase que dice mi madre siempre que hemos coincidido al ver un «telediario»: «Hay que ver que mal está el mundo» … No mama, el mundo no está peor que hace unos años, es que ahora nos enteramos de lo que pasa en Australia, casi de inmediato.

Pues lo mismo ocurre al «hacer pública» la reclamación a una compañía. La cuestión, claro está, vista desde la perspectiva de la compañía es bastante más crítica que viéndola desde el punto de vista de la persona que reclama. Por cierto, ni que decir tiene que dicha reclamación debe ser consistente, y que el que lea la entrada, debe usar inteligencia e intentar poner objetividad en el asunto, tema que supongo es el que suscita el debate, aunque bien es cierto que esta problemática ocurre exactamente igual que en la comunicación offline.

Un ejemplo de «reclamación digital»:

Lo que es obvio es que la repercusión en la era Internet no es la misma, y por lo tanto ahora las compañías no sólo deben «comunicar» que hacen bien las cosas, además «deben» hacerlas realmente.